Misión cumplida Diócesis de Jalapa, 2002

El 9 de febrero de 2002 Monseñor Jorge Mario Ávila del Águila entregó la Diócesis de Jalapa a Monseñor Julio Edgar Cabrera Ovalle, lo cual no significaba un retiro para Monseñor Ávila, sino el inicio de una nueva etapa de la vida del "sacerdote misionero".

Monseñor Ávila pronunció una breve pero significativa homilía en la que manifestó sus sentimientos al concluir la tarea que Dios le había encomendado en la Diócesis de Jalapa: "Ante Dios que es nuestro Padre hacemos sin cesar memoria de la actividad de vuestra fe del esfuerzo de vuestro amor y de la firme esperanza que habéis puesto en nuestro Señor Jesucristo" ....con esas palabras de San Pablo Monseñor Ávila daba por finalizada su misión en la Diócesis de Jalapa.
En sus palabras reconoció la virtudes del presbiterio dedicado a la obra evangelizadora y cómo los laicos se han compenetrado en la Iglesia y en la tarea evangelizadora, como dice el Documento de Santo Domingo. Agradeció a los laicos que recibieron de manos del Obispo el ministerio de catequistas, delegados de la palabra, ministros de la comunión diseminados en número de siete mil en toda la Diócesis, y que gracias a ellos en las innumerables comunidades rurales los fieles pueden observar el "dieis domini" -día del Señor- con la celebración de la Palabra.

Evidenció el trabajo de los consejos pastorales en donde no sólo se vivifican y agilizan las pastorales sino también despierta en los laicos una conciencia más clara de su participación en la vida de la Iglesia.

Al finalizar expresó: "por esta vida eclesial tan intensa no puedo menos que exclamar como San Pablo: Damos gracias continuamente a Dios por todos ustedes y los recordamos en nuestras oraciones"

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