Convocado a la Casa del Padre, 2008

En la Pascua de Resurrección de 2008 estando Monseñor Jorge Mario Ávila del Águila en la sede de la Conferencia Episcopal de Guatemala sufrió un derrame cerebral que le llevó a estar en el Sanatorio Hermano Pedro. Con los días se le veía mejor y animado, fue entonces cuando por voluntad propia pidió ser trasladado a Jalapa. El viaje se realizó el 24 de abril en una ambulancia, uno de sus sobrinos que le acompañó recordó cuando llegaron a una bella planicie que se observa después de Sanarate, que Monseñor Ávila una vez él le había dicho que era una de las vistas que más le gustaba de la Diócesis. Al llegar a Jalapa fue recibido por Monseñor Julio Edgar Cabrera y un grupo de personas que tenía una manta celebrando su llegada a Jalapa.
Durante su convalecencia siempre estuvo acompañado y atendido por Hermanas de Marta y María, fue visitado por la mayoría de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala, Sacerdotes de diversas Diócesis, religiosas y amigos que siempre le daban palabras de aliento y le confortaban con una oración. El 1 de mayo su cuñado Félix Castillo y sus sobrinos Patricia Castillo Ávila y Luis Manuel Camposano Ávila le visitaron por última vez. 

El 3 de mayo víspera de la Ascensión del Señor fue convocado a la Casa del Padre. Inmediatamente se divulgó la noticia, el primero en llegar a Jalapa fue el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, quien en días posteriores escribió en uno de los diarios de Guatemala palabras dirigidas a Monseñor Ávila.
Monseñor Jorge Mario estuvo en velación en la Santa Iglesia Catedral de Jalapa desde el 3 de mayo, celebrándose Eucaristías cada hora, las que siempre estuvieron concurridas por feligreses de la Diócesis de Jalapa y de otras Diócesis. El 5 de mayo se llevó a cabo la Misa Exequial la cual fue presidida por Monseñor Julio Edgar Cabrera Ovalle Obispo de Jalapa, Obispos de Guatemala, Sacerdotes, Religiosas y el pueblo de Dios congregado en la Catedral. Al finalizar la Misa se le llevó en hombros alrededor del Parque Central para luego ser enterrado a la izquierda del presbiterio del altar mayor de la Catedral y a la par de la Capilla de Adoración Perpetua al Santísimo.